La fotografía documental en Colombia ha sido testigo y testimonio de más de medio siglo de conflicto armado, revelando historias de resistencia, memoria y esperanza a través del lente de sus protagonistas más valientes. Desde las imágenes etnográficas de Nereo López en los años 40–50 hasta los registros más recientes de Santiago Mesa en 2025, estos fotógrafos han convertido la cámara en una herramienta fundamental para la reconstrucción de la memoria histórica.
En este recorrido conocerás en profundidad la obra de Sady González, Nereo López, Jesús Abad Colorado, Natalia Botero, Federico Ríos, Andrés Cardona y Santiago Mesa, analizando su biografía, estilo visual, proyectos emblemáticos y el impacto social de sus imágenes. Además, encontrarás enlaces directos a portafolios y exposiciones donde podrás explorar referencias visuales que ilustran cada una de sus miradas únicas sobre el conflicto armado
Sady González (1913–1979)
Sady González, cuyo nombre de pila era Salvador Isidro González, nació el 15 de mayo de 1913 en Bogotá y se formó de manera autodidacta tras heredar una cámara con la que inició su pasión por la fotografía al retratar a su abuelo fallecido . A lo largo de las décadas de 1940 y 1950 se consolidó como pionero del fotoperiodismo en Colombia, fundando su estudio “Foto Sady”, espacio donde también instruyó a varias generaciones de reporteros gráficos.
El 9 de abril de 1948, Sady González fue testigo directo de El Bogotazo, la insurrección popular desencadenada tras el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, y logró capturar escenas de protestas callejeras, incendios y el caos que marcó el inicio de La Violencia. Sus negativos muestran desde amas de casa huyendo bajo metralla hasta fachadas humeantes, con un tratamiento que combina la espontaneidad del instante y un encuadre preciso heredado del foto-reportaje europeo.
El estilo visual de González refleja una clara influencia del periodismo gráfico de entreguerras: uso de contrastes fuertes, ángulos bajos para magnificar la tensión urbana y planos detalle que acentúan la expresividad de los protagonistas. Además, alternó estas tomas dramáticas con registros de la vida cotidiana bogotana —tranvías, cafés y retratos formales— contribuyendo a una crónica urbana integral de la capital en mitad de siglo.
Su legado perdura en fondos como el Archivo de Bogotá y la Biblioteca Luis Ángel Arango, que resguardan miles de negativos de “Foto Sady” . Exposiciones recientes, como “El Bogotazo” en la Red Cultural del Banco de la República, han revalorado su labor como el fotógrafo oficial de uno de los episodios más definitorios de la historia colombiana.
- Radio Nacional de Colombia
- Banrep Cultural
- Biblored
- Canal Capital
- Señal Colombia
- Archivo de Bogotá
- ICAA Documents Project
- ArchDaily en Español
Nereo López (1920–2015)
Nereo López Meza nació en Cartagena el 1 de septiembre de 1920 y se formó inicialmente como técnico en proyección cinematográfica antes de descubrir su verdadera vocación en la fotografía . Tras emigrar a Nueva York, exploró la ciudad y el mundo rural colombiano con la misma curiosidad, manteniéndose activo como fotógrafo hasta sus últimos años.
Durante “La Violencia” de los años 40–50 documentó desplazamientos forzados, escenas cotidianas bajo tensión y paisajes marcados por la guerra civil, con una mirada etnográfica que fusiona paisaje y narración histórica. Su humanismo emerge en retratos espontáneos de campesinos, resaltando la dignidad de sujetos anónimos.
Fue fotógrafo oficial de la visita papal de Pablo VI en 1968 y de la entrega del Premio Nobel a Gabriel García Márquez en 1982, además de corresponsal de medios como Life y Paris Match. Recibió la Orden de Boyacá en 2000 y múltiples premios Kodak, consolidando su prestigio nacional e internacional.
Su legado permanece vivo en el Fondo Nereo de la Biblioteca Nacional, con más de 125 000 negativos que han sido exhibidos en retrospectivas como “Un contador de historias” y “100 años de Nereo López” .
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Jesús Abad Colorado (n. 1967)
Jesús Abad Colorado nació en Medellín el 22 de abril de 1967 y se graduó en Comunicación Social en la Universidad de Antioquia, donde desarrolló su sensibilidad ante la memoria del conflicto . Comenzó en El Colombiano (1992–2001) y luego trabajó como fotoperiodista independiente, dedicándose a documentar derechos humanos y desplazamientos forzados.
Su exposición “El Testigo” (2019) reunió más de 500 imágenes tomadas a lo largo de tres décadas, visibilizando el sufrimiento y la resistencia de comunidades rurales. En su obra prima el respeto por la dignidad de las víctimas, con retratos íntimos de rostros marcados y escenas de retorno a parcelas abandonadas.
Fue galardonado con el Premio CPJ de Libertad de Prensa (2006), el Premio Caritas (2006) y el Simón Bolívar de Periodismo en varias ocasiones . Su secuestro breve en 2000 por el ELN reforzó su compromiso de nombrar lo innombrable con su cámara.
La fuerza de su trabajo radica en enfrentar la banalización de la guerra: “lo que uno decide no fotografiar es tan importante como la foto que toma”, ha dicho. Sus imágenes siguen circulando en museos como La Tertulia (Cali) y en publicaciones de la Comisión de la Verdad.
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Natalia Botero (n. 1970)
Natalia Botero Duque se formó como periodista en la Universidad de Antioquia (1993) y realizó una maestría en Estudios Socioespaciales en el INER, donde desarrolló su proyecto “Te recuerdo, te presiento” sobre desaparición forzada. Su sensibilidad narrativa surgió al cubrir crímenes de la guerrilla en los 90 para El Colombiano.
Con técnicas de álbum familiar, abordó la ausencia y el duelo, invitando a las familias a registrar su propia memoria con cámaras prestadas. En “Giro en la mirada” (2020) combinó fotografía y curaduría virtual para dar visibilidad a los sobrevivientes, usando metáforas como tendederos de ropa para simbolizar la permanencia de la memoria.
Ha colaborado con la Casa de la Memoria de Medellín y la Deutsche Welle, y dictado talleres de reconstrucción histórica en comunidades afectadas. Su obra destaca por equilibrar rigor periodístico y empatía hacia las víctimas, cuestionando estereotipos de victimización.
Premiada por la ONU (2003) y la Alcaldía de Bogotá (2000), Botero articula arte y denuncia en exposiciones como “Al sol, al viento” y “Las otras huellas de la guerra”. Su praxis enseñó que compartir el dolor es condición para recuperar la dignidad.
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Federico Ríos (n. 1979)
Federico Ríos Escobar, nacido en Manizales, descubrió la fotografía en el Amazonas con su padre y se consolidó en el Eddie Adams Workshop (2014). Conocido por su ética, ha colaborado con The New York Times, National Geographic y Stern, destacando su rigor y compromiso.
Su fotolibro Verde (década de trabajo en zonas de conflicto colombiano) y Darién (migración por la selva) exploran la belleza y el horror con composiciones de gran formato, adquiridos ambos por el MoMA . Ha sido finalista de Pulitzer (2023) y ganador de premios como Visa d’Or Humanitaria (2023) y Medalla James Foley (2024).
Ríos enfatiza la comunidad fotográfica: forma colectivos y escuelas para compartir conocimientos, convencido de que “la luz es más plena cuando ilumina un conjunto”. Su estilo combina retratos ambientales con paisajes selváticos en penumbra, subrayando la pequeñez humana ante la geografía.
Su obra reciente en exposiciones como Venus 41 (Museo de Antioquia, 2018) y Transputamierda (Festival Gabo, 2017) muestra su versatilidad temática, desde guerrilla FARC hasta crisis migratoria, siempre con un equilibrio de estética y testimonio.
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Andrés Cardona (n. 1990)
Andrés Cardona, de San Vicente del Caguán, es fotógrafo documental y NatGeo Explorer cuya obra ha aparecido en Time, Vogue y The Washington Post. Seleccionado por World Press Photo 6×6 (2019) y becario W. Eugene Smith (2020), combina conflicto, ambiente y derechos humanos.
En su serie sobre el Bloque Sur de las FARC documentó la dejación de armas y el despliegue de excombatientes en Caquetá, con retratos que narran la transición a la vida civil y el renacer social. La exposición “Retratos de Paz” (ONU) subraya el lente del perdón entre víctimas y excombatientes .
Evita estereotipos de miseria y denuncia la “explotación visual de la pobreza”, buscando narrativas que dignifiquen a sus sujetos. Su compromiso ético lo lleva a explorar la complicidad social y a involucrar a las comunidades en la construcción de la memoria.
Ha expuesto en espacios como Parlamento Andino (2017) y su trabajo contribuye a procesos de reconciliación, mostrando cómo el arte fotográfico puede servir a la reparación social en el posconflicto.
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Santiago Mesa (n. 1991)
Santiago Mesa, de Medellín, estudió periodismo en EAFIT y maestría en Artes Visuales en la Nacional. Su proyecto “Jaidë” (salud mental indígena) ganó World Press Photo Stories (2025) por su aproximación íntima y respetuosa, preservando anonimato y atmósfera.
“Jaidë” documenta el suicidio en la comunidad Emberá del Chocó, combinando retratos poéticos con contextos ambientales, cuestionando tabúes y resaltando la importancia de las cosmovisiones locales para la sanación. Su revelado cálido busca apartarse del fotoperiodismo clásico y encuentra fuerza en lo cinematográfico.
Sus imágenes han puesto el foco en la falta de políticas preventivas y en el abandono estatal, mientras reflexiona sobre su propia experiencia con la depresión para empatizar con sus sujetos. “No confío en que la fotografía cambie realidades, pero puede iniciar conversaciones,” afirma.
Con exposiciones en Bojayá y charlas en Bogotá, Mesa impulsa el debate sobre salud mental en territorios históricamente marginados, demostrando cómo la fotografía documental puede ser herramienta de visibilización y apoyo comunitario.
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